ID Project – A través del espejo, de Jordi Bernadó - La Roca Village

Un viaje introspectivo donde la fotografía despierta los sentidos y la conciencia.

Todos somos héroes

En la era del selfie, el auténtico challenge es fotografiarse de espaldas. ¿Qué dice tu retrato de ti? Atrévete a compartirlo y forma parte de una conversación que va más allá de las calles del Village. Solo tienes que seguir estos pasos:

Hazte una foto frente a tu fotografía favorita de Jordi Bernadó.

Comparte tu momento en Instagram y etiqueta a @LaRocaVillage.

Reed Brody

Nueva York, Estados Unidos
Abogado
Nueva York, Estados Unidos. 1953

«Si matas a alguien, vas a la cárcel. Si matas a 40 personas, te encierran en un psiquiátrico. Si matas a 40.000 personas, te exilias cómodamente en otro país con una buena cuenta corriente. Esto es lo que queremos cambiar». Justicia, nada más y nada menos, eso es lo que demanda y por lo que lucha el abogado estadounidense Reed Brody, al que llaman —a pesar de que a él no le convenza del todo este título— cazador de dictadores. Algunas de sus victorias más icónicas son Augusto Pinochet, Jean-Claude Duvalier o Hissène Habré. Reed Brody escogió hacerse el retrato en el portal de los apartamentos de Brooklyn en los que había vivido a lo largo de su infancia, unos apartamentos a los que no había vuelto hasta el día del retrato. Además de como «cazador de dictadores», a Brody se le conoce también por ser el hombre de la bufanda roja. No importa en qué situación se encuentre que —fíjense— siempre la lleva al cuello. En este retrato también. Solo es cuestión de mirar detenidamente, de acercarse un poco más y —como ocurre con la mayoría de las cosas de la vida— de repente está ahí.

Nada Al-Ahdal

Amán, Jordania
Activista por los derechos humanos y embajadora del programa DO GOOD de La Roca Village
Zabid, Yemen. 2003

Cada dos segundos una niña contrae matrimonio forzado. Cada año, se estima que 12 millones de niñas en todo el mundo —o lo que es lo mismo, 34.500 al día— se casan sin haber cumplido los 18 años. A Nada al-Ahdal, yemení nacida en 2003, sus padres la intentaron casar cuando cumplió once años con un familiar que vivía en el extranjero. Denunciando su situación, publicó un video en YouTube de dos minutos y medio que se convertiría en viral y que sería el inicio de la lucha de esta mujer que, desde el dolor de su propia experiencia, trata de convencer al mundo de que el matrimonio infantil no es un problema familiar sino global. En la actualidad, desde Londres, donde vive, lucha, amparada en el ejemplo de su propia vida, para salvar a miles de niñas yemeníes de un destino que las aboca al matrimonio precoz. Para devolverles la infancia, los sueños. En definitiva: para que nadie les robe el futuro. Nada al-Ahdal, vestida de novia en representación de la infancia perdida, escogió hacerse el retrato en Amman, Jordania, ciudad que la acogió después de verse obligada a huir de Yemen.

Jimmy Wales

London Library, Londres, Reino Unido
Cofundador de Wikipedia
Huntsville, Estados Unidos. 1966

Nadie sabe qué —qué tipo de extraño artefacto, construcción, cúmulo de saberes— es una biblioteca. Tampoco dónde se encierra el saber o si, como afirmaba en su relato Jorge Luis Borges, «La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible». ¿Dónde se encuentra ese centro cabal? Quizás exista un vacío en el centro de todo lo importante y algunos, tal vez incluso de una manera un tanto precoz, dediquen su vida a averiguarlo. Es el caso de Jimmy Wales, quien a los tres años recibió un regalo que marcaría su vida: una enciclopedia. Después de leerla y analizarla comprendió, con fastidio, que ahí no estaba todo: faltaban datos. De manera que se topó, a muy temprana edad, con el vacío. Así que el niño ideó un rudimentario sistema para ir completando la ausencia: trataba de buscar información en el exterior y la iba añadiendo mediante notas adhesivas que subsanaban los errores de la enciclopedia. No existe manera de averiguar si lo que deseaba el niño con aquel pasatiempo extraño era lo mismo con lo que soñó ya convertido en adulto: un mundo en que la gente tuviera acceso gratuito a la suma total de todos los conocimientos posibles.

Stephen Hawking

Centre for Mathematical Sciences, Cambridge, Reino Unido
Científico
Oxford, Reino Unido. 1942-2018

Cuando a los veintiún años le fue diagnosticada una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Stephen Hawking afirmó que «La raza humana es tan insignificante en comparación con el universo que estar discapacitado no tiene mucha importancia cósmica». Los médicos le dieron un año o dos de vida, a lo sumo, y vivió cincuenta y cinco más en una de prórroga —también cósmica— que lo convirtió en astrofísico, cosmólogo, divulgador científico, ícono de la cultura popular y en uno de los científicos contemporáneos más reconocidos. Escogió hacerse su retrato, el cual resultaría ser su última fotografía en vida, en el Centre for Mathematical Sciences, en Cambridge. Pero la foto —como todo buen observador descubrirá— propiciaría la aparición de un elemento inesperado: poco antes de que tuviera lugar el disparo, el cielo encapotado se abrió y surgió, en el margen izquierdo del encuadre, la luna. De manera que podríamos decir que este es un retrato de Stephen Hawking contemplando la luna.

Chimamanda Ngozi Adichie

Freedom Park, Lagos, Nigeria

Escritora
Enugu, Nigeria. 1977

Los puentes sugieren de forma natural nociones como metáfora y posibilidad. Posibilidad de tránsito, metáfora universal del entendimiento. Son tantos los puentes que cosen la ciudad de Lagos, Nigeria, que es muy común escuchar una expresión que dice «I no come to Lagos to count bridge», que vendría a significar «no he venido a Lagos para contar puentes». Quien viaja a Lagos lo hace con la firme vocación de prosperar y, por tanto, no puede desperdiciar ni un segundo contando puentes. Decíamos que los puentes albergan las ideas de metáfora y posibilidad, como también lo hace la literatura y, en este aspecto, la obra de la escritora y activista Chimamanda Ngozi Adichie funciona como este tipo de puerta que se abre al entendimiento. La autora nigeriana escogió hacerse el retrato en el Freedom Park, de Lagos, la ciudad donde vive. Antes, este parque era una antigua cárcel, Her majesty’s broad prison. Ahora representa el recuerdo vivo de lo que no puede volver a ser.

Gretchen Cara Daily

Sabalito, Costa Rica
Bióloga
Washington D.C., Estados Unidos. 1964

Gretchen Cara Daily escogió ser retratada frente al árbol de La Ceiba, en Sabalito, Costa Rica, país con el que mantiene un estrecho vínculo. Los habitantes del pueblo de Sabalito afirman que este árbol simboliza todo lo que la naturaleza brinda a la humanidad, un portal que mira hacia el pasado para enlazarlo con el presente y el futuro. Si bien es cierto que vivimos inmersos en una evidente emergencia climática, la actitud de esta ecóloga visionaria se enraíza en un optimismo que rechaza de pleno el dato alarmista: el tiempo de lamentarse se acabó; ahora es en el momento de pasar a la acción. El futuro de toda forma de vida conocida depende de la humanidad más que de otra fuerza. Hasta que nos visite un próximo asteroide —esperando que sea más tarde que pronto— somos las personas y nuestras decisiones las que determinarán el futuro del planeta. Y quizás un árbol, este árbol, cualquier árbol, pueda despertar en nosotros la más profunda comprensión de cuán íntimamente dependemos de la naturaleza.

Pedro Opeka

Akamasoa, Antananarivo, Madagascar
Misionero
San Martín, Argentina. 1948

En uno de los relatos del libro Manual para mujeres de la limpieza, la escritora Lucia Berlin logra que una frase como: «él era como el vertedero de Berkeley» nos transmita la sensación de que un vertedero puede ser algo bueno, luminoso, aunque eso contravenga la mayor parte de ideas que albergamos respecto a los basureros. El misionero argentino Pedro Opeka, el protagonista de este retrato, no conoció, hasta donde nosotros sabemos, a Lucia Berlin, pero cuando llegó a Antananarivo, capital de Madagascar, se quedó mudo al ver esos miles de personas que vivían en este basurero. Supo intuir la ciudad que se escondía bajo los escombros y creó esta ciudad, Akamasoa, que, en malgache, la lengua de Madagascar, significa ‘buen amigo’. Treinta años después, Opeka convirtió un lugar de exclusión, sufrimiento y muerte en un lugar recorrido por la esperanza, en el que los niños han recuperado su dignidad. Por ello, su lugar en el mundo empieza aquí, en Akamasoa.

Rosario Quispe

Salinas Grandes, Jujuy, Argentina
Líder de comunidad indígena
Jujuy, Argentina. 1968

En los sueños empiezan las responsabilidades. Lo cantaba Lou Reed y lo explicó Delmore Schwartz en el relato homónimo. Muchas de las realidades empiezan ahí, en los sueños. Y el de Rosario Quispe era el de muchos de nosotros: «Soñábamos con un futuro mejor», dice. En 1995, en el pueblo de Abra Pampa, en Jujuy, fundó la Asociación Warmi Sayajsunqo, —que en quechua significa “mujer perseverante”— para defender a las comunidades de la zona y evitar que tuvieran que marcharse lejos para subsistir. Hoy, Warmi Sayajsungo y Rosario constituyen los referentes sociales del cambio en Jujuy: organizaron un sistema de créditos para que las comunidades aisladas pudieran sobrevivir sin tener que emigrar forzosamente a las ciudades y también fundarían la primera universidad de la Puna. Gracias a su trabajo, Rosario fue nominada al Premio Nobel de la Paz en 2005. En definitiva, tenía un sueño y ahora camina sobre él. Rosario Quispe escogió hacerse su retrato en el único lugar que permite entender por completo su figura y su lucha: Salinas Grandes, Jujuy, Argentina.

Colección de Arte Banco Sabadell
Jordi Bernadó / Galería Senda

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