Si buscas 'insatisfacción laboral España porcentaje', los resultados son muy variopintos. Desde encuestas que afirman que un 70% de los españoles está descontento con su trabajo a otras investigaciones más moderadas que se quedan en un 25%. Cuando ya nos fijamos un poco más en esos resultados, nos damos cuenta de que muchas de las diferencias tienen que ver con la pandemia.

El COVID-19, con la vuelta a casa para teletrabajar (y de repente descubrir que tenemos una triple jornada laboral), el confinamiento, la puesta en valor de la salud mental, ha servido para cambiar nuestro punto de vista en el trabajo. Algunos han pensado en renunciar para buscar un 'plan B'; otros han sentido una enorme desmotivación laboral y, finalmente, las cosas han cambiado tanto que lo que más se valora en un trabajo es la flexibilidad y no el salario.

También el descontento puede venir por no tener trabajo: según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay 2,9 millones de parados en España; gran parte de ellos son jóvenes de entre 20 y 25 años que forman uno de los grupos laborales más descontentos.

Si estás desempleado, la insatisfacción, el estrés y la ansiedad son obvios, pero también te puede pasar que no estés a gusto en tu lugar de trabajo cuando sí tienes un empleo. Y entonces se incrementan las posibilidades de que se te pase por la cabeza marcharte, 'pedir la cuenta' e irte... antes de hablar con tu jefe o con el responsable de Recursos Humanos de la empresa.

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Si nos decidimos por buscar un nuevo trabajo, no solemos hablar con nuestro jefe hasta que tenemos otro empleo, y habitualmente se trata de una conversación complicada. "Mientras siga habiendo profesionales que no comparten su situación de descontento con la empresa hasta que ya tienen una oferta de otra compañía sobre la mesa, el resto va a continuar preocupado por el qué dirán y no buscarán un 'feedback' constructivo de parte de su jefe", opina Francisco Calvo, Senior Manager en Walters People, empresa de selección y trabajo temporal especializada en perfiles junior, técnicos, de gestión y apoyo cualificado.

No solo los trabajadores se 'bloquean' al hablar de su insatisfacción laboral, también los jefes encuentran complicado comenzar la conversación con un trabajador insatisfecho. Esto se agrava si han tenido anteriormente algún conflicto.

"Un jefe suele intuir cuando alguien de su equipo no está contento con sus responsabilidades, compañeros o cultura corporativa, ya que suelen estar más distraídos en el día a día y su productividad baja en picado", comenta Francisco.

Cómo contar que no estás feliz en el trabajo

Lo primero es ser honesto y abierto exponiendo las razones sobre tu infelicidad (las más comunes son la falta de perspectivas de crecimiento y percibir un salario por debajo de la banda salarial del puesto y sector). A veces nos disgusta también sentirnos minusvalorados, la falta de desafíos o no vernos identificados con la empresa. "Al hablar con tu jefe, no te centres en su persona, sino que uses argumentos racionales de por qué ya no te sientes tan a gusto en la compañía como antes”, aconseja Francisco Calvo.

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Para conseguir ser claro y conciso en la argumentación, haz un repaso de lo que quieres cambiar y cómo, manteniendo la profesionalidad y la calma. Según el experto, "si crees que mereces un salario mayor al que percibes en la actualidad, usa herramientas para comparar la banda salarial para tu puesto o sector, y así negociar con datos relevantes. ¿Te preocupa la falta de oportunidades de crecimiento? Entonces, ofrécele a tu jefe nuevos objetivos y los pasos para que tu plan de carrera te devuelva la ilusión de ir a trabajar cada día".

Qué hacer cuando ya no hay solución

Si tras hablar con tu jefe sobre todo esto no mejora tu situación dentro de la empresa, es el momento de empezar con tu búsqueda de empleo. Cuando ya tengas una oferta en otra compañía, solicita una entrevista de salida con tu responsable.

"Las entrevistas de salida son una estrategia que da a ambas partes la oportunidad de saber en qué está fallando la compañía en materia de capital humano. Un proceso de salida es importante debido a que los profesionales que ya no forman parte de la compañía están más abiertos a compartir cuáles son los puntos de mejora y cuáles son las razones que le llevaron a abandonar la compañía", concluye Francisco Calvo.